Almadraberos, alma de un ritual pesquero milenario
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- Creado en Sábado, 07 Mayo 2016 15:31
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Son algo más de las doce y media de la mañana, el cielo amenaza agua y los almadraberos del arte de Cabo de Plata, en Zahara de los Atunes, se afanan en limpiar las embarcaciones. Se trata del último acto de un milenario ritual que comenzó a eso de las seis de la mañana y que, tras una fructífera jornada de pesca, continuó con el ronqueo de los grandes atunes rojos en las instalaciones de Frialba, en el puerto barbateño de la Albufera.
El Palomar de la Breña, huella viva de las travesías oceánicas
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- Creado en Domingo, 27 Marzo 2016 11:13
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A escasos kilómetros de la franja litoral, en el corazón del Parque Natural de La Breña y Marismas de Barbate, se levanta en medio de una espectacular masa de pinares el Palomar de La Breña. Edificado en el siglo XVIII, esta construcción ubicada en el cortijo La Porquera (Barbate) jugó un papel destacado en las grandes travesías oceánicas, ya que en sus muros anidaban miles de palomas que, entre otras utilidades, tenían la de abastecer de carne a las tripulaciones que ponían rumbo a 'las Américas'.
Una población de palomas que, tal y como se aprecia en la galería fotográfica, se acomodaban en los 7.700 nidos (hornillas) de los que disponía esta edificación, lo que convertían al Palomar de la Breña en uno de los tres más grandes de Europa.
Aproximadamente, sus altos y anchos muros daban cobijo a unas 5.000 parejas de palomas torcaces, que cada tres semanas tenían entre uno y dos pichones, por lo que cada mes el palomar podía tener una población de 15.000 ejemplares.
No obstante, además de su importante valor como alimento, las palomas también eran claves para abonar los terrenos, ya que sus deyecciones, llamadas 'palominas', contienen nitrógeno y ácido fosfórico, lo que favorecía a cultivos exigentes como el tabaco o el cáñamo. Asimismo, su estiércol, una vez batido y extendido en el campo en tiempo de lluvias, evitaba que los cultivos se quemaran.
Puerto de Conil: referente vital y paisajístico de un pueblo mainero
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- Creado en Miércoles, 04 Febrero 2015 13:03
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Protagonista destacado de una historia que nos habla de un pueblo volcado en la mar. De mil y un episodios de suertes y desgracias entre las que ocupa un lugar destacado, inolvidable, el trágico maremoto de Lisboa; Conil, su puerto, no se entiende sin la mar ni ésta sin la intensa actividad que a lo largo de los siglos han desempeñado sus sufridos pescadores y, de una forma muy singular, sus almadraberos.
Paseo por el cauce del río Roche
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- Creado en Viernes, 30 Enero 2015 21:11
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Tras su extensa franja litoral, Conil atesora espacios que, aunque no muy conocidos, son de incalculable valor paisajístico y medioambiental. Lugares que invitan a descubrirlos, recorrerlos y disfrutarlos en armonía con una naturaleza que, eso sí, nos recuerda permanentemente que forman parte de una línea de costa en la que el pino piñero y la gaviota son las grandes señas de identidad.
Uno de estos escenarios por los que vale la pena 'perderse' es el río Roche, cuyo cauce discurre por el monte público Dehesa de Roche para desembocar en el puerto pesquero y deportivo de Conil, bajo la atenta mirada del Faro de Roche. Apenas siete kilómetros.
Torre de Meca, en el corazón de La Breña
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- Creado en Domingo, 28 Diciembre 2014 18:06
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Construída en 1820, es una de las atalayas más privilegiadas de cuantas se asoman al mar a lo largo y ancho de las dos orillas continentales, Europa y África. Localizada en la cima de uno de los grandes tesoros naturales de la comarca de La Janda, el extenso y verde pinar del Parque Natural de La Breña, laTorre de Meca ha vigilado durante siglos las profundas aguas atlánticas que, a través del Estrecho de Gibraltar, acuden al encuentro del cálido Mar Mediterráneo.
Testigo privilegiado de una de las rutas marítimas más transitadas, conflictivas y fructíferas del mundo, esta atalaya, conocida también como Torre de Romeral o de La Breña, fue desde su construcción pieza clave para, pese a sus escasos trece metros de altura, dar la voz de alarma ante la presencia de embarcaciones piratas o invasoras, completando el extenso entramado de torres vigía existente a lo largo de las costas onubense y gaditana.