La playa de Sancti Petri es algo más que una playa. Su historia está ligada a la de un pueblo almadrabero, que durante décadas marcó la vida diaria del anexo poblado del mismo nombre, y la de un castillo, también del mismo nombre y fuente de litigio entre chiclaneros a isleños por dilucidar a qué término municipal pertence.
Una historia que hoy parece cercana en el tiempo por cuanto la fisonomía del lugar se mantiene como décadas atrás, resistiéndose al paso del tiempo y a la mano urbanizadora del hombre. Un lugar en el que el relax es posible en cualquier época del año, bien sea tendido al sol o disfrutando de cualquier de los rincones de este mágico enclave.