Asomado a la playa del Carmen, en pleno paseo marítimo, el Faro de Barbate es una más de las huellas vivas de una localidad que ha escrito su historia en torno al mar, al Océano Atlántico.
Moderno (1980), muy distinto al resto de los existentes en la costa de Cádiz, es testigo año tras año de la puesta en escena de una de las artes pesqueras más antiguas y sostenibles de cuantas existen, la almadraba.
Cabe destacar que da vida a un enorme reloj de sol que se dibuja en la plaza en la que se localiza. De franjas blancas y rojas, el Faro de Barbate asiste cada día a la salida y retorno de la esforzada flota pesquera local.