Lomo de atún y sal marina son los mágicos y únicos ingredientes que dan vida a un producto, la Mojama, que hunde sus raíces en el siglo VI antes de Cristo, cuando los fenicios comenzaron a elaborar salazones en la costa de Cádiz.
Con Indicación Geográfica Protegida de la UE, la Mojama de Barbate está considerada como el ‘pata negra’ del mar y, obviamente, está íntimamente ligada a la cultura almadrabera.
Su elaboración artesanal no ha cambiado a lo largo de los siglos y es exquisita para tomar con una buena copa de vino de la tierra o como parte de ensaladas; si bien, en los últimos tiempos, la cocina creativa y de vanguardia la ha ‘maridado’ brillantemente con otros productos y elaboraciones.
Se puede decir que saborear la Mojama de Barbate es como aventurarse en los orígenes de la cultura gastronómica de la costa de Cádiz.