¿Buscas un producto diferente, un bocado con ADN cien por cien costa de Cádiz? Si es así, tenemos una de las mejores propuestas para ti, el pescado y marisco de estero.
Criado en esa frontera natural de laberintos que se proyecta entre las aguas del Atlántico y tierra adentro, su cultivo se remonta a la época fenicia y está íntimamente ligado a ese otro gran producto de la Bahía de Cádiz, la sal. Y es que el pescado y marisco de estero se criaba en las ‘piscinas’ que existían en torno a las salinas.
De gran variedad (dorada, anguila, robalo, lenguado, lisa, camarón, quisquilla, langostino, ostión…), es extremadamente sabroso y su captura está ligada a una faena ancestral, el despesque, y a platos tan de aquí como el guiso de anguila en amarillo.
San Fernando, Puerto Real, Chiclana, El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda y Barbate rinden culto a este producto.