En uno de los puntos más privilegiados de Cádiz, en un islote que mira de frente a la emblemática playa de La Caleta y en el que se produjeron numerosos asentamientos, se localiza el castillo de San Sebastián, que se levantó para proteger el flanco norte de la trimilenaria Gades.
Una fortificación que perfila atardeceres únicos y que, cuenta la historia, no dejó de crecer con elementos varios desde 1706.
Asomado a un mar de plata, por el que navegaron fenicios, él y su mágico entorno han sido destacados escenarios de películas tan dispares como Alatriste y Agente 007.
Anclado a un territorio en el que se dice que estuvo el templo de Kronos, su faro de metal (único en España) es icono de un enclave vigia en el que hubo una torre-atalaya musulmana.
1 Comentario
Me parece que el Castillo de San Sebastián está poco o nada explotado turisticamente.