Provista de un pequeño sistema dunar, la playa de Guadarranque tiene entre sus atractivos el hecho de situarse en las proximidades de la ciudad fenicia de Cartaia (S. VII a. C.), de sus restos arqueológicos.
De dimensiones medias, Guadarranque es una de esas playas familiares, ideales para pasar una tranquila y soleada jornada de verano con vistas a ese emblemático Estrecho de Gibraltar.
Blindada por un paseo que ocupa casi la totalidad de la playa, sus depósitos de arena son de origen fluvial (del río del mismo nombre), marino y eólico.