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Si estás por la costa de Cádiz, sabrás que desde Sanlúcar de Barrameda hasta San Roque puedes disfrutar de infinidad de playas, calas, chiringuitos con sabor a mar, a pescaíto y marisco que quitan el sentío, y, por supuesto, de ‘balcones’ desde los que disfrutar de miradas y paisajes de esos que te relajan y sorprenden por su extraordinaria belleza y la de su entorno.
Una de esas atalayas, ¡nueva por cierto!, se encuentra en Conil de la Frontera, concretamente en el entorno de su puerto pesquero. Allí, al inicio de la hilera de acantilados que pone ‘rumbo’ a la Cala del Aceite, la Fuente del Gallo, la Fontanilla…, se ha habilitado un mirador que domina un paisaje espectacular.
Un ‘cuadro marinero’ del que forman parte el puerto pesquero, el faro de Roche, la desembocadura del río Roche, el frente rojizo de acantilados y todas y cada una de las playas y calas que, muy al fondo, se pierden en el horizonte de Zahara de los Atunes.
La vista es espectacular, da igual la hora del día que elijas para disfrutar de ella. Eso sí, como sucede siempre en la costa de Cádiz, resulta absolutamente espectacular cuando comienza a atardecer.
La visita vale, y mucho, la pena, además el camino de madera que conduce hasta el mirador es cortito.