Hay muchas formas de descubrir y asomarse a las ciudades, a sus paisajes y barrios más emblemáticos, y una de ellas, original y no tan conocida, son las llamadas cámaras oscuras. ‘Herramientas’ de extraordinaria singularidad con la que solo cuentan algunas ciudades del mundo; una de ellas la trimilenaria Cádiz, en cuyo casco histórico se localizan numerosas (134) torres miradores.
Es unos de estos enclaves, la conocida como Torre Tavira (fue designada torre vigía oficial del puerto de Cádiz), se localiza la cámara oculta gaditana. En el punto más alto de la ciudad, a 45 metros de altura sobre el nivel del mar.
Pero ¿cómo funciona una cámara oscura? y ¿cuál es su secreto?
Tal y como describen desde la Torre Tavira, “ésta produce una imagen sobre una pantalla blanca curva horizontal, a modo de mesa, situada en el centro de una habitación totalmente oscurecida, pintada de negro. La imagen proyectada es en color, muy luminosa y refleja lo que está teniendo lugar, en el exterior de la torre, en ese mismo instante (imágenes reales y en movimiento)”.
“A causa de la larga distancia focal de las lentes principales, el resultado es un magnífico efecto óptico que hace que los objetos situados a mucha distancia parezcan bastante cercanos. La pantalla sube y baja para poder enfocar las diferentes distancias. Las imágenes en la Cámara Oscura pueden girar hacia adelante y hacia atrás para visualizar las distintas partes del paisaje. Se puede ver por encima del horizonte a cierta distancia o por debajo de él para examinar detalles”.
Sin lugar a dudas, una forma diferente de asomarse a la ciudad más antigua de Occidente. Además, la Torre Tavira cuenta con un espectacular mirador, desde el que avistar todo Cádiz.
Si quieres visitarla, en esta época del año el horario es de diez de la mañana a ocho de la noche.