Su gran singularidad es que, localizada junto al puerto y el casco urbano de Tarifa, es la primera playa gaditana que ‘bebe’ de las aguas del Mediterráneo.
De reducidas dimensiones y fina arena, es la zona de baño por excelencia de los tarifeños. De hecho, los lugareños la recomiendan principalmente para bañarse simplemente o para bucear, ya que cuenta con aguas muy limpias y tranquilas.
Sus fondos marinos son los de mayor diversidad de especies de la provincia.