Las tardes comienzan a ser más largas y la luz que se proyecta sobre la costa de Cádiz va siendo diferente, anunciándonos que pronto, muy pronto, estará aquí la primavera, antesala del tan anhelado verano.
Con unas temperaturas más que agradables, la costa de Cádiz nos invita a paseos como el que hoy os proponemos por la ribera del río Barbate, en su tramo final, la desembocadura a las aguas del Atlántico.
Y es que este tramo, que se proyecta desde la frontera entre el río y el mar hasta las inmediaciones del antiguo puerto, refleja los inmensos atractivos de esta localidad ligada desde tiempos remotos al mar y sus bellas marismas.
Paseo que nos dibuja en su primer tramo su pasado marinero, ese al que también hace referencia su antigua lonja, ahora convertida en destacado espacio expositivo.
Más adelante, su paseo fluvial, de reciente creación, nos asoma a un cauce del que las aves hacen escenario privilegiado de pesca y en el que, llegado este tiempo, los barcos almadraberos despiertan para preparar una nueva temporada de capturas del atún rojo.
Ya, al final, el nuevo paseo nos propone un lugar para el recreo y la contemplación de un paisaje de extraordinaria belleza.
El río Barbate es la gran ‘arteria’ de la comarca de La Janda, ya que nace en el Parque Natural de Los Alcornocales para, después de 70 kilómetros de recorrido, desembocar aquí, en Barbate.