La costa de Cádiz, además de lugar de mil y una historias, gastronomía, paisajes de ensueño, atardeceres espectaculares… es también el mejor de los campos de regatas posible para amamantar a grandes campeones. Uno de ellos es Antonio Morillo, un joven vejeriego que estos días compite en aguas de El Salvador en busca de su gran sueño, colgarse la medalla de oro de paddle surf en la ISA World SUP & Paddleboard Championship 2025.
Pese a su extraordinaria juventud (23 años), Antonio es todo un veterano, con numerosas medallas y títulos provinciales, andaluces, nacionales e internacionales en sus vitrinas. Ahora, como nos contó antes de partir a El Salvador, “toca el más difícil todavía“, subirse a lo más alto del podio mundialista o, cuando menos, pisarlo, superando su participación en la edición anterior.
Apasionado del mar, perseverante, con un extraordinario nivel tanto físico como técnico y un gran carácter competitivo, Antonio Morillo, como se suele decir, lo tiene todo para lograr su sueño y seguir haciendo historia en un deporte que, de un tiempo a esta parte, tiene un marcado protagonismo gaditano.
“En la última cita mundialista acabe entre los cuatro primeros y esta vez mi gran objetivo será lograr el oro o la plata.
El objetivo no es fácil, cualquier detalle te puede jugar una mala pasada, pero me siento fuerte, preparado y con una experiencia mundialista que me aporta las dosis necesarias de tranquilidad y confianza. Creo que llego en un buen momento para luchar por el oro o, en su caso, la plata”, comenta.
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“En esta ocasión”, recuerda, “compito en la modalidad más técnica que, por otra parte, se me da mejor, ya que, además de exigirte la técnica necesaria para abordar un duro circuito de boyas, también es imprescindible tener un gran nivel surfeando.
Es la modalidad más completa y emocionante, en la que me desenvuelvo muy bien”.

“Mi principal fortaleza”, reconoce, “es que soy un competidor que nunca se viene abajo. Creo mucho en mis posibilidades e intento siempre ponerlo todo para seguir progresando. Nunca me vengo abajo sea cual sea mi rival. Mi debilidad, si se puede llamar así, es estar lejos de casa y no poder disfrutar más de la compañía de mi familia, novia y amigos. Me encanta volver a casa y reencontrarme con mi paraíso y con todas esas personas que son muy importantes en mi vida”.
Su paraíso no es otro que esa mágica línea del litoral gaditano que se localiza en Barbate, Los Caños de Meca. “Para mí”, resalta emocionado, “es el paraíso”. “He viajado mucho y he tenido la oportunidad de conocer lugares muy bonitos, pero como Los Caños de Meca, nada”. “Es mi lugar de descanso y relax, pero también ideal para entrenar, ya que reúne las condiciones idóneas: inviernos cortos y nada duros, un entorno natural para correr, zonas planas de agua junto al faro y de rebotes en los acantilados, tenemos levante, poniente, etc. ¿qué más se puede pedir? En definitiva, lo tiene absolutamente todo.
Así que, siempre que estoy lejos de casa, cuento los días que me quedan para volver”.
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Antonio, que heredó su pasión por el mar y los deportes acuáticos de su padre, subraya que “mi gran sueño es ser campeón del mundo y creo que, aunque sea por pesao, lo voy a conseguir”.
A futuro, reconoce que, “lo más de lo más sería poder organizar un Campeonato del Mundo en Los Caños de Meca y proclamarme campeón del mundo, eso sería el no va más”.
¡Suerte, campeón!
