Construida en el siglo XIV, la Torre Guzmán se convirtió en referencia para la defensa de una localidad que disfrutaba de un floreciente sector almadrabero. Su importancia fue tal que, incluso, le dio nombre a la localidad hasta el siglo XVI.
Con 18 metros de altura y levantada a base de piedra ostionera y argamasa, ha sido y es una de las edificaciones más destacadas del litoral gaditano, en particular de aquellas íntimamente ligadas a la captura del atún rojo.
Lugar de obligada visita para quienes quieren adentrarse en los orígenes e historia de Conil de la Frontera, es uno de los vértices ‘mágicos’ de una plaza, Santa Catalina, a la que también se asoman rehabilitada Chanca almadrabera y la Iglesia de Santa Catalina.