Cierto es que, como dice la canción, no quedan días de verano, pero, pese a ello, nuestra costa sigue haciendo gala de ese magnetismo que la hace diferente, que la convierte en ese lugar, casi infinito, en el que seguir encontrándonos para disfrutar de todos aquellos placeres que hacen de la vida algo único.
Placeres de los que sabe, y mucho, ese rincón que se resiste a dar por finalizada su singladura y que, atardecer tras atardecer, nos convoca a la orilla de un mar que no deja de emocionarnos, de recordamos que, pese a todo, como escribió Roberto Benigni, la vida es bella.
Atenas Playa se ha convertido en uno de los grandes intérpretes de las emociones de este rincón del sur
Y es que Atenas Playa se ha convertido en uno de los grandes intérpretes de las emociones de este rincón del sur, con experiencias tan especiales como su Ritual Sunset Show (con la voz de Lorena Kej y el saxo de Fran Manga) o su propuesta gastronómica, repleta de guiños ingeniosos al buen producto de la zona (ceviche de corvina y langostinos, almejas al oloroso, boquerones terciaditos…) y que, día tras día, se pone en escena en una amplia terraza con espectaculares vistas al mar.
Un pequeño paraíso que se alimenta y se ha convertido en ‘mecenas’ de la buena música, esa que siempre suena en directo y que irradia el gran talento de artistas que han hecho de Atenas Playa, de sus tablas, su segunda casa.
Y es que en Atenas Playa, también en estos días de otoño, tienen muy claro que, como dijo Aristóteles, “la felicidad es la finalidad última de la existencia humana”.
¡Nos vemos en Atenas Playa!
